LITERATURA...

Decía Lorca que la poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio. Eso es literatura, una mentira que se convierte en misterio, nos atrapa y hace comprendernos... solo en la profundidad de las letras se puede viajar más allá...

poesía (qué bonito nombre)

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
Como una nube en la luz;
Si como muros que se derraman,
Para saludar la verdad erguida en medio,
Pidiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor,
La verdad de sí mismo,
Que no se llama gloria, fortuna o ambición,
Sino amor o deseo,
 
Yo sería aquel que imaginaba;
Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
Proclama ante los hombres la verdad ignorada, 
La verdad de su amor verdadero.
 
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
Como leños perdidos que el mar anega o levanta
Libremente, con la libertad el amor,
La única libertad que me exalta,
La única libertad por que muero.
 
Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
Si muero sin conocerte, no muero porque no he vivido. (Luis Cernuda)


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Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
                                entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
                     Oigo
constelaciones: existes.
                        Creo en ti.
                                    Eres.
                                          Me basta). (Ángel González)
También podeís escucharlo con la música de Pedro Guerra en Pedro Guerra y Ángel Gonzalez en La palabra al aire
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A Miguel Hernández  (30 cotubre 1910) en su cumpleaños 102 cumpleaños... y ya que estamos casi en el día de difuntos...

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano

de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas

y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.

Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,

un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,

lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,

y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,

temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,

no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta

de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,

quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte

y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:

por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.

Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,

y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,

llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


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IDEARIO
Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de miradas
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.
Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas,
las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.
Me fatigan los dioses bajados del Olimpo
a conquistar la Tierra
y los necios de espíritu.
Me entristecen quienes me venden clines
en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer
y los que sólo son simples marionetas.
Me aplasta la hermosura
de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.
Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira.

Francisco M. Ortega, del libro Cuenta atrás.
 

2 comentarios:

  1. Seguramente este poema sea una experiencia insatisfecha de amor que es capaz de definir su intimidad y violencia, su arrebato y esencia...

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  2. Te dejo aquí una canción de Andrés Calamaro (Paloma) y un poema de Luis Cernuda. Las dos cosas definen el amor de una manera espectacular. A ver qué te parece!

    Andrés Calamaro - Paloma

    Mi vida fuimos a volar
    Con un solo paracaídas
    Uno sólo va aquedar
    Volando a la deriva
    Vivir así no es vivír
    Esperando y esperando
    Porque vivir es jugar

    Y yo quiero seguir jugando
    Le dije a mi corazón
    Sin gloria pero sin pena
    No cometas el crimen, varón
    Si no vas a cumplir la condena
    Quiero vivir a veces
    Para poder olvidarte
    Quiero llevarte conmigo
    Y no voy a ninguna parte
    No te preocupes, paloma
    Hoy no estoy adentro mío
    Tu amor es mi enfermedad
    Soy un envase vacío
    - estribillo -
    No te preocupes paloma
    No hay pájaros en el nido
    Dos ilusiones se irán a volar
    Pero otras dos han venido
    Si me olvido de vivir
    Colgado de sentimientos
    Voy a vivir para repetir otra vez
    Este momento
    Te bajaría del cielo, mujer
    La luna hasta tu cama
    Porque es muy poco de amor
    Sólo una vez por semana
    Puse precio a mi libertad
    Y nadie quiso pagarlo
    Te cambio tu corazón por el mío
    Para mirarla y mirarla
    …de gloria, mujer
    Quiero un pedazo de cielo
    Para invitarte a dormir
    En la cama o en el suelo
    Un sacrificio ritual bién o mal
    Yo quiero hacerle a mi estrella
    Sin principio ni final
    No quiero vivir sin ella
    - estribillo -

    http://www.youtube.com/watch?v=JhLJF89QBes

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    Luis Cernuda

    Unos cuerpos son como flores,
    Otros como puñales,
    Otros como cintas de agua;
    Pero todos, temprano o tarde,
    Serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
    Convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre.
    Pero el hombre se agita en todas direcciones,
    Sueña con libertades, compite con el viento,
    Hasta que un día la quemadura se borra,
    Volviendo a ser piedra en el camino de nadie.
    Yo, que no soy piedra, sino camino
    Que cruzan al pasar los pies desnudos,
    Muero de amor por todos ellos;
    Les doy mi cuerpo para que lo pisen,
    Aunque les lleve a una ambición o a una nube,
    Sin que ninguno comprenda
    Que ambiciones o nubes
    No valen un amor que se entrega.

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